Hipoterapia, la conexión entre los caballos y las personas

Las conexiones entre seres vivos existen, sean de la especie que sean. Mágicamente, nos topamos con un estímulo que nos sube el ánimo, que nos muestra tal como somos, que disipa el miedo o las dificultades.

Y no, no hablamos de relaciones de afecto entre dos personas. Hablamos de animales y seres humanos.

Uno de los animales con una especial conexión con nosotros es el caballo. La nobleza de toda la historia de su especie siempre ha captado nuestra admiración. La propia nobleza equina es la que ha permitido elegir su jinete y dejarse montar.

Y desde hace muchísimos años también se sabía que los caballos tenían un sentido muy especial para ayudar a las personas con series dificultades físicas, mentales y sociales.

De ahí nació la hipoterapia.

Se le llama hipoterapia a montar a caballo con fines terapéuticos. Asegura una rehabilitación constante del paciente y a día de hoy es reconocida en todo el mundo.

Pensando en la figura del caballo, montarlo ayudaría a personas con dificultades motoras y de articulaciones. Aunque va más allá de eso ya que es necesaria la profesionalidad de un especialista que conozca las necesidades de cada persona y de cada caballo para ayudar a que se realice esa conexión y se lleve a cabo la rehabilitación.

Antes de proseguir hay que dejar claro que equinoterapia e hipoterapia son dos cosas distintas dentro de las terapias con caballos.

  • La equinoterapia o equitación terapéutica lleva, sobre todo, a niños con alguna discapacidad psíquica o física a poder montar a caballo como un jinete con todas sus capacidades físicas. Es decir, les ayuda a mejorar su rendimiento tanto emocional como físico al coger mejor postura, a relacionarse con el animal y, en definitiva, a mejorar su situación con la monta del caballo.

  • La hipoterapia es un tratamiento de vertiente médica con el objetivo de solucionar problemas físicos y emocionales. Aquí es donde el papel del kinesiólogo es muy importante ya que, aunque se necesita un diagnóstico médico para determinar los problemas de cada paciente, es necesario que haya un especialista que sepa cuál es el mejor caballo en cada caso.

Por ende, el kinesiólogo ha de estar especializado tanto en el movimiento de los humanos como en el de los caballos y, así, adecuar cada movimiento de ambos para mejorar el rendimiento físico del paciente.

¿Y qué pasa con la rama emocional? Animal y humano son seres vivos, por tanto, siempre existe una conexión.

Personas autistas, que sufren de ciertas dificultades para relacionarse con su entorno o que les resulta difícil aprender ciertas acciones cognitivas, el montar a caballo les ayuda a reducir esta deficiencia dentro de las relaciones sociales.

El caballo despierta en ellos cierta conexión y empatía. Con ayuda del terapeuta, niños y adultos conocen mejor su entorno, entablan relaciones gracias a esa confianza que toman con aquel ser que les está ayudando a poder caminar, a poder sentir ciertos sentimientos que desconocían.

Hipoterapia en la Fundación Federica Cerdá

Podéis encontrar mas información sobre la Hipoterapia, en la web de la Fundación Federica Cerdá y la Hipoterapia, esta fundación es un centro sin ánimo de lucro, cuya misión es hacer llegar la hipoterapia a todas aquellas personas que lo necesiten. Disponiendo, para ello, de unas instalaciones adecuadas y adaptadas tanto para las personas como para los caballos, además de un personal especializado para cada tipo de actividad que se lleva a cabo en el centro.

La fundación nació por un deseo: ayudar mediante la hipoterapia a todas las personas que lo necesiten.